Las 10 mejores formas de conseguir la libertad financiera en 2024

Las 10 mejores formas de lograr la libertad financiera (y cómo conseguí la mía)

Pau Forner Navarro

Escrito por Pau Forner

Última actualización 1 diciembre, 2023

Conseguir la libertad financiera ya no es un sueño. Es más bien una necesidad.

Y es que la edad de jubilación legal está al alza en toda Europa. En España oscila entre los 65 y los 67 años, y cada cierto tiempo aparecen nuevos rumores de subida. Todo apunta a que vamos a tener que trabajar bastante más años de los que habíamos previsto.

Además, cada vez más expertos dudan de que aquellos que nacimos a partir de los años 80 tengamos acceso a una jubilación digna, incluso después de pasarnos toda una vida cotizando.

Eso sin mencionar el panorama laboral actual: jornadas de trabajo maratonianas, un entorno profesional terriblemente competitivo y una profunda sensación de estar tirando a la basura los mejores años de nuestra vida a cambio de un sueldo que solo alcanza para pagar facturas, hipoteca e irnos de viaje tres míseras semanas de vacaciones al año.

Frente estas perspectivas, ha aparecido un nuevo movimiento al que cada vez se suma más gente. El movimiento FIRE: Financial Independence Retire Early, o gente que se jubila joven habiendo logrado la independencia financiera.

Libertad financiera

Quizás pienses que eso está fuera de tu alcance. Que solo los empresarios con suerte o los ganadores de la lotería pueden conseguir la libertad financiera y dejar de trabajar.

Pero los tiempos han cambiado, y hoy en día generar ingresos adicionales para dejar de preocuparte por el dinero ya no es una utopía. Yo lo he conseguido, y en este artículo voy a revelarte las 10 mejores formas de lograr la libertad financiera por su simplicidad y capacidad de generar ingresos de manera estable.

Como quiero ser totalmente transparente contigo, también te mostraré mis propios resultados. Pero primero aclaremos un par de conceptos que mucha gente confunde.

¿Qué es la libertad financiera?

La libertad financiera es ser capaz de cubrir todas tus necesidades económicas sin que para ello tengas que estar atado a un trabajo. Está relacionada muy directamente con los ingresos pasivos, aquellos que no requieren una actividad constante por tu parte para conseguirlos.

Dicho de otra forma, alcanzas la libertad financiera cuando tus ahorros junto a tus ingresos pasivos cubren todos tus gastos, con lo que dejas de depender de un trabajo al uso para vivir.

Algunos ejemplos de ingresos pasivos pueden ser:

  • Rentas por el alquiler de inmuebles (pisos, parkings, locales, etc)
  • Intereses y dividendos procedentes de tus inversiones
  • Ingresos recurrentes a través de páginas web: publicidad, afiliación, productos pasivos
  • Royalties y derechos de autor procedentes de la venta de libros o similares

Hay personas que, aunque hayan logrado la libertad financiera por alguna de estas vías, deciden seguir trabajando. La diferencia está en que trabajan por placer, no por necesidad.

En mi caso, la libertad financiera está totalmente unida a mis ingresos pasivos, porque el dinero que ahora entra en mi cuenta no depende directamente de las horas que invierta en conseguirlo.

Conviene matizar que la mayoría de estos ingresos no son 100% pasivos, ya que suelen requerir un mínimo de dedicación por tu parte para mantenerlos o incrementarlos. Pero las ventajas son innumerables: dejarás de estar atado a un horario fijo, te sentirás libre para usar tu tiempo como quieras y no tendrás que darle explicaciones a ningún jefe.

¿Cómo planificar tu libertad financiera?

Existen dos variables fundamentales que debes tener en cuenta antes de planificar tu libertad financiera: tu dinero, y el tiempo que vas a permanecer financieramente libre.

Dinero

Mucha gente confunde la libertad financiera con riqueza. Piensan que esas personas que la han alcanzado pueden permitirse una vida a todo tren viajando por el mundo sin reparar en gastos, pero eso suele ser totalmente falso.

En realidad, se trata de gente minimalista, frugal y que controla muy bien lo que gasta.

Cuanto menos necesites para vivir, más sencillo te resultará ser financieramente independiente porque también requerirás de menos ingresos y ahorros. Así que lo primero que debes tener en cuenta es ¿cuánto dinero necesitas cada mes para vivir? O, mejor dicho; ¿cuánto dinero quieres cada mes para vivir?

A eso súmale todos los posibles imprevistos, como la paternidad, gastos médicos o reparaciones. Calcula una cantidad mensual realista y tenla siempre en mente, porque necesitarás llevar un control bastante estricto de tus gastos.

Tiempo

La libertad financiera se calcula en años. Es decir, el tiempo durante el que podrías mantener tu ritmo de vida si dejases de trabajar mañana mismo, ya fuera usando tus ahorros o contando con una entrada de dinero que no dependiera directamente de tu trabajo.

  • En el primer caso, para calcular tu tiempo de libertad financiera solo tienes que dividir tus ahorros entre los gastos que necesitas cubrir todos los meses.
  • Si cuentas con un sistema de ingresos pasivos, cuantifica cuánto entra cada mes y réstale lo que necesitas para vivir. Si el resultado es positivo, dispondrás de libertad financiera mientras sigas contando con esa fuente de ingresos.

Si quieres alcanzar la libertad financiera absoluta —dejar de trabajar para siempre— deberás tener en cuenta cuántos años vas a vivir en esa situación para poder calcular qué rentabilidad deben darte tus inversiones y/o de qué ahorros debes disponer. Porque no es lo mismo querer jubilarte a los 50 años, que a los 35.

Tipos de libertad financiera

La libertad financiera puede dividirse en 3 niveles, según puedas cubrir solo tus necesidades básicas o puedas olvidarte del dinero prácticamente para siempre.

Niveles de libertad financiera

#1 Seguridad financiera

Seguridad financiera significa que dispones de ahorros o ingresos pasivos suficientes para cubrir tus gastos básicos para vivir como la hipoteca o alquiler, suministros (luz, agua, gas, teléfono), alimentación, seguro médico, etc.

#2 Independencia financiera

En este nivel, además de tus necesidades básicas para vivir puedes cubrir otros gastos adicionales que te permitan mantener tu nivel de vida actual, como viajes, restaurantes o coche, si dispones de él.

En la práctica, cuando mucha gente habla de libertad financiera se refiere a este nivel: poder vivir manteniendo el mismo ritmo de vida.

#3 Libertad financiera

Este es el nivel al que realmente aspiramos todos. La libertad financiera implica que dispones de suficientes ahorros o ingresos pasivos como para cubrir tus necesidades básicas y no básicas y hacer frente a cualquier imprevisto.

En la práctica, dispondrías de tanto dinero que difícilmente podrías gastarlo aunque tus circunstancias cambiasen mucho. Por lo tanto, tienes la la libertad para escoger lo que quieres hacer en todo momento.

Pero esto no significa que puedas vivir a todo tren sin reparar en gastos. De hecho, mucha gente que alcanza este nivel lo hace llevando un control bastante estricto de sus finanzas.

Recuerda: no se trata de hacerte rico, se trata de hacerte libre.

La fórmula de la libertad financiera

Si deseas alcanzar la independencia o libertad financiera, el primer paso es calcular tu volumen total de gastos anual.

Añade ahí cualquier cuota, consumo o desembolso que puedas prever. En en el momento en el que tengas ahorrado 25 veces lo que gastas en un año, puedes considerar que has conseguido la libertad financiera.

Esa es la cifra necesaria para que, si inviertes bien ese dinero, puedas retirar un 4% anualmente sin que tus fondos se agoten nunca. Ese 4% es lo que se llama tasa de retiro del capital o withdrawal rate, y es un estándar que ya contempla la inflación en sus cálculos.

Si además cuentas con ingresos pasivos que no dependan de tu jornada laboral, la cuenta es la siguiente:

[Gastos anuales – ingresos pasivos anuales] x 25 = cantidad de dinero que necesitas en el banco para poder considerarte libre financieramente.

Más abajo te pongo un ejemplo, pero por ahora quédate con este número.

Las mejores formas para conseguir la libertad financiera 

A continuación encontrarás 10 sistemas probados para conseguir la libertad financiera. Para aumentar tus probabilidades de éxito, lo ideal no es aplicar solo uno, sino varios.

#1 Invierte lo que ahorras

El primer método para conseguir la libertad financiera es sencillo: invertir tus ahorros para que, al final, el rendimiento de tus inversiones te permita dejar de trabajar y vivir de ellas.

En este cálculo tienes dos variables fundamentales: la cantidad que consigues ahorrar cada mes, y la rentabilidad que te da ese dinero ahorrado. En función de esas dos variables es posible calcular los años que necesitarás para conseguir la libertad financiera.

Para ponértelo fácil, he creado esta calculadora de libertad financiera para que puedas calcularlo por ti mismo según tu tasa de ahorro y la rentabilidad de tu inversiones. Para usarla, simplemente indica:

  • Tus ingresos anuales
  • Los ahorros de que dispones actualmente
  • Tu tasa de ahorro (más información abajo)
  • La rentabilidad de tus ahorros

Al hacerlo, la tabla te mostrará los fondos que necesitas para alcanzar la libertad financiera y los años que tardarías en lograrla.

10%
90%
1%
10%

Fondos necesarios para libertad financiera

411.429 €

Años hasta alcanzar libertad financiera

21,0

Tasa de ahorro

La tasa de ahorro es el porcentaje de los ingresos que ahorras cada mes. Para calcularla, resta tus gastos mensuales de tus ingresos, divide esa cifra nuevamente por los gastos y multiplícala por 100.

Por ejemplo, si ingresas 2.000€ al mes y te gastas 1.200€ en alquiler, comida, ocio, gasolina y demás, tu tasa de ahorro sería:

Tasa de ahorro = [(2.000 – 1.200) / 2.000] x 100 = 40 %

Tu tasa de ahorro es fundamental para lograr la libertad financiera. Cuanto más alta, mejor. Y para ello solo tienes dos opciones: aumentar tus ingresos o reducir gastos.

Generalmente, suele ser más sencillo reducir tus gastos que aumentar tus ingresos. Puedes eliminar el coche e ir a trabajar en transporte público, llevarte la comida hecha de casa, renegociar la hipoteca o solo ir al cine los días del espectador, por ejemplo.

Tasa de rentabilidad

Lo que consigas ahorrar lo tendrás que invertir. Y ahí es donde entra en juego la tasa de rentabilidad.

La tasa de rentabilidad es el beneficio que obtienes cuando inviertes tus ahorros en un plazo de tiempo determinado. Para calcularla, divide el importe que te ha generado la inversión entre el valor inicial que tenía y multiplícalo por 100.

Por ejemplo, si tienes una plaza de garaje que te costó 15.000€ y has decidido deshacerte del coche para reducir gastos, podrías alquilarla por 75 € al mes, lo que te reportaría 900 € al año.

Tasa de rentabilidad = (900/15.000) x 100 = 6 %

Las inversiones pueden ser de cualquier tipo (alquileres, bolsa, etc), pero hoy en día los fondos indexados ofrecen buenas rentabilidades (entre el 4 y el 9%) sin necesidad de un gran capital inicial.

Si por ejemplo consigues ahorrar 10.000€, los pones en un fondo indexado y al final de año tienes 10.900€, su tasa de rentabilidad sería del 9%.

En este caso, te resultaría más rentable tener el dinero en ese fondo que alquilar la plaza de garaje, así que podrías plantearte venderla e ingresar también el importe obtenido en la venta.

Nota: usa estos datos con precaución porque hay más variables a tener en cuenta, como las comisiones bancarias o el IBI de la plaza de garaje. Pero no pierdas de vista el objetivo final: la rentabilidad que consigas de tus ahorros te debe permitir cubrir tus gastos.

#2 Vive de tu inversión inicial

Si ya tienes unos ahorros considerables, quizás puedas alcanzar ya la libertad financiera si los inviertes y obtienes una buena rentabilidad anual (del 6 al 12%). De esta forma es posible vivir de los intereses generados cada año para no tener que volver a trabajar.

Por ejemplo, si tuvieras ahorrados 100.000€ y los invirtieras en un fondo indexado que generase un 8% anual, al cabo de un año tendrías 108.000€. Al cabo de dos, 116.640€. Y al cabo de 10, 215.892€.

Lógicamente, deberías sacar dinero de ese fondo para poder vivir y hacer frente a tus gastos. En general, se asume que la tasa de retiro del capital (el porcentaje de tus inversiones que puedes usar cada año) debe estar por debajo del 4% para estar seguro.

Así que, ¿cuánto dinero deberías invertir para poder vivir de esa tasa de retiro y conseguir inmediatamente la libertad financiera?

Como has visto antes, el cálculo es simple. Cuantifica tus gastos anuales y multiplica esa cifra entre 25, que es el inverso a la tasa de retiro del 4%.

Cantidad a invertir = gastos mensuales x 12 x 25

Es decir, deberías invertir 25 veces tus gastos anuales para poder vivir de tus inversiones y alcanzar la libertad financiera de inmediato.

Supongamos una persona con los siguientes gastos.

  • Gastos de alquiler/hipoteca: 700€
  • Gastos de agua, gas y electricidad: 100€
  • Gastos en comida: 250€
  • Gastos en transporte: 100€
  • Seguro de salud: 45€
  • Gastos en ocio: 70€
  • Gasto en hobbies: 60€

Sus gastos anuales serían 17.700 euros. Si lo multiplicas por 25, debería invertir 397.500 euros para obtenerla. Not bad.

Si, como yo, tú tampoco tienes esa cantidad, lo ideal es encontrar fuentes de ingresos adicionales que te permitan acercarte a esa cifra. Eso es lo que realmente me ha funcionado.

#3 Genera ingresos pasivos online

Este es el sistema que me ha permitido ser financieramente independiente a día de hoy. ¿Por qué? Pues porque mientras que la mayoría de personas viven gracias a los ingresos activos (los que consiguen a cambio de su tiempo de trabajo), los ingresos pasivos son los que se generan de forma automática sin que eso te suponga una inversión adicional en tiempo o dinero.

Así generas ingresos mientras haces otras cosas, ya sea trabajar, viajar o incluso dormir. Y la cantidad de dinero que puedes acumular en ese tiempo es bestial.

Pero no nos engañemos; esto no quiere decir que puedas obtener ingresos sin esfuerzo, porque al principio vas a tener que dedicar bastante tiempo para poner en marcha tu sistema.

Afortunadamente, Internet ha supuesto una revolución en cuanto a las posibilidades de generar ingresos pasivos. Sencillamente, porque una web no duerme ni descansa. Y, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, hoy en día puedes lograrlos sin apenas inversión o conocimientos de informática.

Estas son las 3 formas más rentables de generar ingresos pasivos por Internet a día de hoy:

Marketing de afiliación

El marketing de afiliación consiste en promocionar los productos o servicios de otras empresas a cambio de una comisión por cada venta que consigas. Lo más habitual es que lo hagas a través de una web donde escribas y publiques recomendaciones de algún tipo de productos.

Su potencial económico es enorme. De hecho, la primera web que creé hace más de 5 años sigue generando de forma totalmente pasiva más de 3.000 euros mensuales ¡sin haberle dedicado ni un minuto desde hace meses!

Ingresos web afiliación
Ingresos mensuales pasivos que me proporciona una de mis webs de afiliación.

Para promocionar productos físicos, la plataforma de afiliación más conocida es Amazon Afiliados, pero hay muchas otras como Tradedoubler o Awin.

El proceso es el siguiente:

  1. Te inscribes en una plataforma de afiliación.
  2. Creas tu página web. En esta guía te enseño a hacerlo paso a paso en menos de 15 minutos.
  3. Publicas tus análisis y recomendaciones.
  4. Posicionas tu web en Google para que consiga visitas. Aquí tienes otro tutorial sobre posicionamiento web.

Un ejemplo sería crear una web de productos para cocinar (batidoras, cafeteras, etc) donde publicarías tus análisis y pondrías enlaces a Amazon para que los lectores pudiesen comprar lo que recomiendas.

Cuando la gente buscase opiniones de productos de cocina en en Google, encontrarían tu web, leerían tu artículo y harían clic en tus enlaces de afiliado. Al comprar algo, Amazon te daría una comisión por la venta.

Afiliados cafeteras
Ejemplos de webs de afiliación de cafeteras.

Cuando tus artículos estén recibiendo visitas, tu web empezará a generar dinero las 24 horas del día y se convertirá en un sistema totalmente pasivo. Todavía me acuerdo la excitación de despertarme cada mañana para comprobar cuánto dinero había generado el día anterior 🙂

¿Quieres aprender a ganar dinero con marketing de afiliación? En esta guía te cuento todo lo que debes saber.

Venta de cursos y servicios en un blog

Esta opción, además de generar ingresos en piloto automático, te ayudará a sentirte más realizado personal y profesionalmente. La idea es crear un blog donde publiques contenidos sobre una temática que te guste (vida saludable, inteligencia emocional, finanzas, etc), posicionarte como un experto en ella, crear un producto pasivo y automatizar su venta.

Este producto pasivo podría ser un videocurso pregrabado, un libro, un área exclusiva para suscriptores o un curso en pdf. Es decir, cualquier cosa que una vez creada, te cueste lo mismo vender una que trescientas y puedas prácticamente olvidarte de ella.

Puede parecer difícil, pero si superas el síndrome del impostor no lo es tanto. La clave para posicionarte como un experto está en en hiperespecializarte en una temática para un segmento de público muy concreto; así reduces la cantidad de competidores.

Por ejemplo, podrías crear un blog sobre sobre inteligencia emocional para parejas jóvenes, o tablas de ejercicios para gente que viaja mucho y no puede ir a un gimnasio.

En mi caso, desde que era un adolescente me he sentido muy atraído por la inteligencia social, así que decidí crear un blog para personas introvertidas como yo que quisieran pautas para mejorar sus habilidades sociales.

blog habilidadsocial

Al cabo de un tiempo, grabé un videocurso y lo empecé a vender con una secuencia de emails automáticos para los nuevos suscriptores de mi blog. De esta forma, además de sentirme útil ayudando a otras personas, consigo ingresar de forma pasiva otros 4.000 euros mensuales.

Ingresos blog en una semana
He llegado a ganar más de 8.000 euros en una semana con mi blog.
Si quieres empezar a ganar dinero con un blog, en esta guía tienes todo lo que necesitas saber.

Monetizar una web con Adsense

Adsense es la plataforma de Google que permite monetizar webs con anuncios. La idea es muy similar al marketing de afiliación: creas una página sobre un tema, consigues tráfico y ganas dinero cada vez que alguien hace clic en uno de esos anuncios.

La ventaja en este caso es que no necesitas que el lector compre para llevarte una comisión, aunque también es cierto que pagan menos por clic.

Adsense es tan popular gracias a su simplicidad de uso y cantidad de anunciantes. Solo tienes que darte de alta y, cuando se apruebe tu solicitud, ya podrás insertar anuncios en tu web con un pequeño código.

Google Adsense

Este sistema se ocupa de mostrar anuncios personalizados para cada lector según su perfil y la temática de tu web, lo que maximiza el dinero que ganas con publicidad y evita que debas contactar directamente con los anunciantes.

A diferencia del marketing de afiliación, lo más habitual es crear una web que aporte información general sobre un tema concreto. Cuantas más visitas consigas y más se paguen los anuncios de esa temática, más ingresos generarás.

#4 Alquila inmuebles

Si dispones de un inmueble que no uses puedes rentabilizarlo alquilándoselo a terceros. Por ejemplo un casa, un local o la plaza de garaje si decides deshacerte del coche para reducir gastos e incrementar tu tasa de ahorro (recuerda que es importante).

La rentabilidad de los alquileres en España ronda actualmente el 10% debido al coste de las viviendas y al boom que está experimentando el alquiler en nuestro país.

Si no eres propietario de un inmueble, puedes valorar la posibilidad de adquirir una vivienda, alquilarla e irte a vivir de alquiler a un piso más pequeño y económico de mantener.

Fíjate en que, en cualquiera de las dos opciones, existe un amplio margen hasta el 10% de rentabilidad de un alquiler.

Otra opción es arrendar tu inmueble en portales de alquiler vacacional, como AirBnb. La rentabilidad es mayor, pero ten en cuenta que no es un sistema totalmente pasivo y tendrás que dedicar tiempo a gestionar los alquileres en la plataforma, atender a los huéspedes que llegan y, ocuparte de la limpieza.

#5 Consigue ingresos por royalties

Los royalties o derechos de autor son los ingresos que percibes cada vez que alguien vende una obra en la que tú eres el autor, como un libro, una fotografía o una canción.

Los royalties se calculan en porcentaje y varían mucho según el mercado, tu popularidad en él y si se trata de un producto digital o físico (en los físicos suelen ser más bajos). Por ejemplo, con mi primer libro publicado consigo el 10% sobre las ventas. Eso me genera aproximadamente poco más de un euro por cada unidad vendida, por lo que necesitaría un volumen de ventas enorme para generar unos ingresos significativos.

Royalties libro Pau

Como ves, difícilmente podrás vivir exclusivamente de royalties de este tipo a no ser que generes decenas de miles de ventas al mes, pero como complemento a tus ahorros o ingresos pasivos no está mal.

¿Por dónde empezar?

Si tienes alguna habilidad técnica como la fotografía o componer música, puedes asociarte a plataformas online que actúan como marketplaces para generar royalties por esta vía.

La idea es muy sencilla. Simplemente te das de alta en esas webs, ellas incluyen tus obras con derechos de autor en sus directorios, y cuando alguien compre una licencia para usar tu contenido tú recibes una comisión que puede rondar entre el 30% y 50%.

  • Por ejemplo, si has escrito un libro puedes autopublicarlo como ebook dándote de alta en el servicio Kindle Direct Publishing de Amazon, y llevarte hasta el 70% de las ventas.
  • Si te gusta la fotografía, puedes incluir tus fotos en bancos de imágenes como Fotolia o Shutterstock.

#6 Practica el minimalismo

El minimalismo es una filosofía casi imprescindible para poder alcanzar la libertad financiera.

Básicamente, significa ser capaz de vivir con lo esencial y prescindir de todo aquello que es prescindible.No se trata de renunciar a lo que más te gusta, ni de convertirte en un asceta, sino de vivir una vida centrada en tus necesidades y no en tus posesiones.

  1. El primer paso es identificar qué es lo esencial para ti y elegir quedarte solo con eso. ¿Necesitas un coche y una moto o con uno solo sería suficiente?
  1. El segundo, simplificar y agrupar. Por ejemplo, ¿de verdad te hace falta un iPod, un smartwatch y un mp3 para escuchar música? Seguramente no. Probablemente con el móvil tengas suficiente y así puedas reducir tus gastos.

Otro ejemplo de cómo una pequeña decisión puede tener un gran impacto en tus gastos:

Supón que cada mañana, camino del trabajo, paras en un Starbucks y te pides un café latte grande para tomártelo por el camino. El precio de ese café son 3,95€.

Al cabo de un año, te habrías gastado más de 850 euros en café. ¿Resulta imprescindible? Podrías levantarte 5 minutos antes para tomarte el café en casa y ahorrarte todo ese dinero. Ahora piensa en todas aquellas otras cosas que puedes eliminar para acercarte a tu libertad financiera.

Si quieres iniciarte en el minimalismo, te recomiendo a la popular Marie Kondo. Aunque su libro trata principalmente de cómo poner orden en tu vida a través de la organización del hogar, la base de su método es aprender a deshacerte de las cosas que realmente no necesitas ni te hacen feliz.

#7 Vive en un país más “pobre”

Es importante calcular la cantidad de dinero que necesitas para mantener tu ritmo de vida, pero ¿dónde vas a vivir esa vida?

El coste de la vida en cada país tiene un impacto enorme la cantidad de dinero que necesitas. Tus gastos serán muy distintos según si vives en Nueva York o en pueblo de Huesca, por eso Tailandia es el destino de moda entre los nómadas digitales.

Así que, si no te ata ninguna responsabilidad, trasladarte a un país con menor coste de vida puede ser un factor determinante para alcanzar tu libertad financiera.

Libertad financiera sudeste asiático
Viajé durante 6 meses por el sudeste asiático y podría quedarme a vivir allí.

Estas son algunas de las mejores opciones donde podrías trasladarte:

  • Costa Rica, con más de ⅔ de días del sol al año, estabilidad política y sistema de seguridad social, es una opción muy apetecible. Alquilar una casa cuesta aproximadamente 200€ al mes, y por menos de 40€ tienes derecho a atención sanitaria a través del sistema público. Además, se habla español.
  • Tailandia: soleado, cálido, de playas paradisíacas y MUY barato. Un apartamento con seguridad privada y piscina no supera los 200€ al mes. No hay sanidad pública, pero es accesible. Mucha gente entiende inglés y tienen un ritmo de vida mucho más lento y relajado que el español.
  • Filipinas: similar a Tailandia, aunque menos popular y turístico, después del último cambio de gobierno se está convirtiendo en un país mucho más seguro. El inglés es lengua oficial, y la única desventaja que le encuentro es que la conexión a Internet no es tan buena como Tailandia por culpa de su geografía.
  • Portugal: si prefieres quedarte en Europa, los vecinos lusos son una gran opción. No es tan económico como los anteriores, pero puedes alquilar un piso por unos 500€, y con unos 1.000€ cubrir todos tus gastos mensuales.

Tampoco es imprescindible que te establezcas definitivamente en un país; tienes la opción de convertirte en un nómada digital e ir cambiando de ubicación como hice yo, pero esto te obliga a tener un respaldo económico inicial para estar protegido en caso de problemas.

#8 Elimina deudas

Las deudas que contraemos son unos de los mayores obstáculos para alcanzar la libertad financiera.

Evidentemente, si son muy elevadas no las podremos eliminar de inmediato. Pero sí podemos empezara reducirlas. Para ello, necesitas dos cosas:

  1. Saber a cuánto ascienden tus deudas realmente. Crea un Excel y apunta todas las que tengas, el importe inicial, el que te queda por pagar, la cuota que pagas cada mes, el tipo de interés que te están aplicando y el tiempo que te queda.
  1. Invierte parte de tus ahorros en reducir tu deudas. Si crees que no puedes, prioriza. Con el minimalismo puedes reducir tus gastos para ahorrar más, y al final tú decides cómo usar ese ahorro.

El método más efectivo para enfrentarte a tus deudas es empezar liquidando la más pequeña.

La más pequeña suele ser la que tenga menos capital pendiente de amortizar (aunque para compararlas el tipo de interés debería ser similar). Una vez hayas eliminado la deuda más pequeña, pasa a la siguiente. Y así hasta que desaparezcan todas.

No vas a lograrlo de la noche a la mañana, pero cuando hayas eliminado la primera deuda tendrás doble munición para la siguiente: el dinero que ya no tienes que pagar por ella y el dinero que guardabas para cancelarla y que ahora puedes destinar a la próxima.

Una buena idea es empezar por la tarjeta de crédito, que es la deuda más habitual en España:

  1. Identifica todas las tarjetas de crédito que tienes, sus condiciones y la deuda que tienes pendiente.
  1. Habla con tu banco para eliminar las comisiones de cada tarjeta. Asegúrate de que tienes establecido el pago a final de mes.
  1. Destina parte de tus ahorros mensuales a eliminar la deuda de las tarjetas hasta que desaparezcan por completo. Establece un pago de una cantidad fija o un porcentaje de la deuda, lo que sea mejor para eliminarla lo antes posible.
  1. Una vez lo hayas conseguido, cancela las tarjetas de crédito y empieza a usar tarjetas de débito. Si realmente consideras imprescindible tener una tarjeta de crédito —en determinados casos es así, por ejemplo si vas a alquilar un coche—, quédate solo con una.

Algunas deudas, como la hipoteca o ciertos préstamos bancarios, imponen una comisión por amortización anticipada. Te cobran un “extra” para penalizarte por los intereses que dejarás de pagar, así que hay casos en los que no te conviene librarte de toda la deuda de golpe.

También hay empresas que agrupan todas tus deudas en una única cuota, normalmente más baja que lo que pagas por separado. Sin embargo, lee bien la letra pequeña: seguramente termines pagando durante más años… con sus correspondientes intereses.

#9 Invierte en bolsa

Quizás creas que la bolsa es demasiado volátil y que invertir dinero ahí es como jugártelo en el casino.

Pero no es así. No todo es comprar-vender de manera frenética, como nos muestran las películas.

La seguridad al 100% no existe, pero si apuestas por el largo plazo, inviertes en empresas confiables y no te pones nervioso con las fluctuaciones del mercado, no es tan aleatorio.

Precisamente una de las estrategias más utilizadas por aquellos que persiguen la libertad financiera tiene más que ver con la reflexión y la paciencia. Es la conocida como buy & hold.

Buy & hold

El buy & hold consiste en en hacerte poco a poco con una cartera de valores de empresas con cierta garantía de estabilidad, mantenerla en el tiempo e ir ampliándola con constancia. Un trabajo de hormiga para acabar teniendo el granero lleno.

Las empresas que te interesan son las que reparten dividendos a lo largo del año, es decir, dan a los accionistas regularmente una parte de los beneficios obtenidos. Así, empezarás a conseguir unas rentas por dividendo que a medio plazo pueden suponerte un ingreso notable.

Con esta estrategia, lo más importante es no ponerse nervioso. Recuerda que tu plan es a medio/largo plazo: si tus acciones bajan en un momento determinado, aguanta el tipo porque seguramente vuelvan a subir.

¿Cuánto podrías ganar con esta estrategia?

Supongamos que realizas una inversión inicial más o menos potente, de 30.000€.

Si no tienes mucha experiencia, tómatelo con calma al principio. Bancos, energéticas o empresas muy consolidadas con una marca fuerte suelen ser bastante estables y, aunque no aportan grandes ganancias, sí estabilizan tu dinero.

En esta primera etapa un 5% de rentabilidad es suficiente para no perder liquidez y empezar a coger confianza. Con el tiempo puedes ir diversificando y conseguir rentabilidades entre un 7% y un 20% dependiendo de los riesgos que quieras tomar.

Supón que actúas de forma conservadora y obtienes un 7% anual. El primer año ganarías 2.100€, el siguiente serían 2.247€, etc. Cuando manejes una cantidad de dinero interesante puedes plantearte asegurar una cantidad con inversiones más o menos seguras, y arriesgar otra parte en inversiones de alto riesgo.

Nota: Si eres extraordinariamente agresivo, puedes incluso ponerte en manos de algún broker como Rob Booker, que habla de hasta un 40%. Pero ojo, también es proporcional al riesgo.

#10 Juega a la lotería

Sí, todos hemos fantaseado alguna vez con la posibilidad de que nos caigan unos millones del cielo. Y la publicidad se ocupa de enseñarnos casas de lujo, yates de ensueño y vacaciones en el Caribe.

Pero la realidad es que conseguir la libertad financiera jugando a la lotería es casi utópico, por lo menos en los sorteos más conocidos en España. Fíjate en las probabilidades de conseguir un premio interesante:

Lotería de Navidad: Tienes un 0,001% de posibilidades por décimo de ganar de ganar 400.000€.

Lotería del Niño: 0,001% de posibilidades por décimo de ganar 200.000€.

ONCE: 0,000007% de posibilidades (una entre 14 millones) de ganar 9.000.000 €, y 0,001 % de ganar los 35.000 € del cupón diario.

Euromillones: 0,0000007% de probabilidades (una entre 140 millones). Los premios se acumulan si no hay ganadores, pero las posibilidades de conseguirlo son ridículas.

Si a pesar de estas probabilidades quieres intentarlo, ten en cuenta estos consejos:

  • No te salgas del presupuesto. Decide el dinero que vas a gastarte en lotería y respeta esa decisión.
  • Si juegas en grupo, asegúrate de haber pagado tu parte y de tener una copia del boleto. Un simple mensaje de WhatsApp con la foto del número y el nombre de la gente que participa en el sorteo ya tiene validez legal.
  • Comprueba siempre tus premios. Que no hayas ganado el gordo no quiere decir que no tengas un premio menor. Cualquier cosa ayuda en el camino hacia la libertad financiera.
  • No existe ningún método infalible para ganar la lotería. Ahórrate la molestia de caer en alguna de las muchas estafas que verás en Internet.

Planifica tu libertad financiera

Como has visto, conseguir la libertad financiera es una carrera de fondo, pero es posible. En mi caso, reduciendo gastos y generando ingresos pasivos por Internet con webs de afiliación se ha convertido en una realidad.

Si tú también apuestas por ello, márcate la siguiente hoja de ruta:

  • Ponte como primer objetivo conseguir la seguridad financiera. Si apuntas demasiado alto es posible que te desmotives y dejes de intentarlo.
  • Empieza por lo más sencillo: reduce gastos y ahorra. Practica el minimalismo y céntrate solo en lo esencial. 
  • Implemente sistemas para obtener ingresos pasivos. No conseguirás ser financieramente independiente hasta que dejes de vender tu tiempo por dinero. Internet todavía ofrece un sinfín de posibilidades de generar ingresos, incluso para los más novatos.

Ahora me gustaría escucharte a ti. ¿Estás aplicando ya alguno de estos puntos? ¿Cuál es el que te parece más sencillo?

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