¿Qué es un hosting y cómo funciona? - Una Vida Online

¿Qué es un hosting y cómo funciona?

Pau Forner Navarro

Escrito por Pau Forner, autor y emprendedor digital

Última actualización 26 septiembre, 2022

Un hosting es un servicio que aloja los contenidos de un sitio web como textos, imágenes o bases de datos para que estén disponibles en cualquier momento.

Toda página web requiere de un ordenador, también llamado servidor, que almacene sus archivos y contenidos para servirlos a los visitantes. Este ordenador debe mantenerse siempre encendido y conectado a Internet para estar disponible las 24 horas del día.

El hosting o alojamiento web es, por lo tanto, el servicio de almacenamiento que proporciona una empresa en sus servidores para que tu web esté disponible en todo momento y desde cualquier lugar.

Por este motivo, una de las primeras cosas que necesitas para crear una página web es un proveedor de hosting fiable. Conocer en qué consiste y cómo funciona te ayudará a elegir el más adecuado para tu proyecto.

¿Qué es y cómo funciona un hosting?

Un hosting es el servicio que aloja en servidores los contenidos de un sitio web para que estén siempre disponibles.

Ten en cuenta que un hosting:

  1. Almacena todos los archivos y bases de datos de tu sitio web.
  2. Conecta esos archivos con tu dominio para mostrar sus contenidos cuando alguien lo visita.
  3. Permite que tu web sea visible desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Hay distintas maneras de alojar un sitio web. De hecho, tu propio equipo (o cualquier ordenador con conexión a Internet) podría utilizarse como servidor local, configurándolo de forma adecuada.

No es que haya que ser un experto, pero sí requiere cierta destreza. Por eso no es la opción elegida por la mayoría, que prefiere contratar a un proveedor de hosting que ofrezca un servicio completo y simplifique las cuestiones más técnicas.

Cuando hablo de proveedor, me refiero a la empresa propietaria de los servidores, que alquila espacio a sus clientes y les ofrece determinados servicios.

Ejemplo de un proveedor de hosting

Los principales conceptos que debes conocer para entender un hosting son:

  • Servidor web: es el ordenador donde está alojado físicamente tu web, junto con el software necesario para mostrarla. Igual que un hotel aloja varios huéspedes, un mismo servidor puede alojar varias webs.
  • DNS: los Domain Name System son protocolos que “traducen” el nombre de un dominio (tal como lo tecleas en la barra de navegación) y lo convierten en una IP, algo necesario para acceder al servidor.
  • CPU: el procesador o CPU suele compararse con el cerebro del sistema. Al contratar el servicio comprueba a qué % de CPU tienes acceso. Cuanto más alto, mayor velocidad de procesamiento.

  • RAM: es como la memoria “a corto plazo”, permite simultanear tareas dentro de un sitio web. Una RAM insuficiente se traduce en una pobre experiencia de usuario.
  • cPanel: es un panel de control con el que puedes gestionar distintos aspectos del hosting, como crear cuentas de correo, agregar dominios, administrar archivos, gestionar las copias de seguridad, o incluso instalar WordPress y otros softwares de manera muy sencilla.

Muchas funcionalidades están preconfiguradas para ser accesibles a todos los usuarios, sin que sean necesarios conocimientos de programación.

Ejemplo de cPanel

Te pongo un ejemplo. Tecleas unavidaonline.com en la barra del navegador y pulsas Enter. ¿Qué sucede?

El navegador va a buscar ese contenido al hosting donde está alojado, pero para saber de qué proveedor se trata necesita que ese dominio se transforme en un código IP que contenga esa información. Esa “traducción” la hacen los DNS.

Cuando el navegador obtiene la IP, conecta con el hosting correspondiente y permite que puedas visitar la página. Que sea más o menos rápido, o que soporte los picos de visitas (imagínate que, de pronto, miles de usuarios se ponen de acuerdo para visitar mi web) depende de la cantidad de memoria RAM o CPU que hayas contratado.

Antes de elegir, es fundamental analizar distintos hostings, así como tener claras las necesidades de tu proyecto. Si no eliges la opción que te garantice todo lo que necesitas en cuanto a velocidad, seguridad, herramientas, etc., tendrás por delante un futuro lleno de problemas como:

  • Lentitud de carga
  • Errores técnicos
  • Mala atención al cliente y soporte ineficiente, etc.

La lista puede ser larga y muy frustrante.

Por eso es tan importante prestarle atención a este punto y no escatimar, porque de un hosting eficiente puede depender la tranquilidad de saber que tu web está protegida frente a posibles ataques o caídas y contar con rapidez de respuesta frente a un problema.

Si quieres contratar un alojamiento para tu web te recomiendo que consultes este ranking y comparativa de los mejores hostings.

Diferencias entre hosting y dominio

Muchas personas que empiezan con su primer proyecto no tienen clara la diferencia entre estos dos conceptos, imprescindibles para crear y visibilizar una web.

Un web hosting es un espacio en un servidor externo para almacenar los archivos que forman tu sitio web. Ese servicio de “alquiler” de espacio, más otras funcionalidades, te lo ofrece un proveedor especializado, que pone la infraestructura técnica.

Y para que una web sea visible, necesita llamarse de alguna manera. El dominio es el nombre de tu web. Un nombre sencillo, que se pueda leer y recordar, es conveniente para identificar la web y que los buscadores dirijan al usuario a la página en cuestión.

Servicios que se suelen contratar con un hosting

Con el hosting, el proveedor suele ofrecer otros servicios para redondear su oferta. Por eso siempre recomiendo que leas bien todo lo que incluye el tuyo, incluso la letra pequeña. Sobre todo, fíjate si son servicios gratuitos o te van a cobrar un plus por ellos.

Estos son los servicios más habituales que se suelen contratar con un hosting:

  • Sitios web: según el plan de contrates tendrás un número concreto de webs o webs ilimitadas.
  • Cuentas de correo electrónico: es habitual que tu hosting te permita crear cuentas de correo con @tudominio.com.
  • Dominios: algunos proveedores incluyen dominios gratuitos en sus ofertas.
  • Certificado SSL: suele estar incluido de forma gratuita y sirve para verificar la identidad de una web y establecer una conexión cifrada, lo que aporta mayor seguridad y protección de datos.

  • Copias de seguridad: el hosting debería incluir un servicio de copias de seguridad automáticas y gratuitas (aunque tú también puedes hacerlas manualmente desde el panel de control). De ese modo, te evitarás muchos sustos.
  • Aplicaciones autoinstalables: instalación simplificada de WordPress o aplicaciones de comercio electrónico como WooCommerce u otras.
  • Gestor de contraseñas: para tener tus cuentas protegidas. Uno muy utilizado es VPN, que no solo te permite usar tus contraseñas en distintos dispositivos, sino proteger tu identidad incluso si te conectas desde una red pública (como el WiFi de una cafetería).
  • Servicio de migración: algunos proveedores se ocupan hacer el cambio de tu web desde otro hosting.
Ejemplo de hosting que ofrece migración gratuita
  • CDN: acceso a servidores ubicados en diferentes lugares, para responder mejor a los requerimientos de los navegadores.

Tipos de hosting y ejemplos

Existen distintos tipos de hosting, en función de cómo gestionan el servidor y los archivos que contienen. Los más habituales son:

Hosting compartido

Es el hosting más económico, ideal si estás empezando con un proyecto online y aún no necesitas muchas funcionalidades.

Con un shared hosting, tu web se almacena en un servidor junto con otras, con las que compartes recursos. Este “alquiler compartido” permite repartir costes y que resulte más económico.

Es recomendable para quien da sus primeros pasos en la creación de webs porque no requiere conocimientos específicos. La mayoría incluyen un panel de control de hosting (cPanel o Plesk son los más habituales) para facilitar esa tarea.

El hecho de que sea compartido no compromete la privacidad de tu sitio. Lo que sí puede suceder es que la actividad de los demás usuarios afecte al rendimiento.

Es lo que ocurre, por ejemplo, si un sitio tiene un pico de tráfico: necesita más recursos y consume más ancho de banda del que le corresponde, ralentizando al resto de las webs temporalmente.

PROS
  • Económico
  • Ideal para principiantes
  • Fácil mantenimiento
CONTRAS
  • Poca fiabilidad, puede dar problemas si otras webs acaparan recursos
  • Poco escalable si tu proyecto crece

Ejemplo de hosting compartido: Siteground

Siteground es uno de los hostings compartidos más populares en todo el mundo, recomendable para webs que ya reciben un cierto volumen de tráfico. En su versión más sencilla, ofrece:

  • Alojamiento para 1 sitio web con 10 GB de espacio
  • 1 dominio gratis
  • Migración gratis
  • Certificados SSL gratis y copias de seguridad diaria
  • Buena velocidad de carga (CDN gratis)
  • Soporte 24/7

Hosting VPS

Es una buena opción cuando el hosting compartido se ha quedado pequeño y quieres prepararte para escalar, pero no tienes aún presupuesto para un servidor dedicado (que explico más adelante). Aquí tienes algo a medio camino que puede ser la solución para pequeñas y medianas empresas.

En el hosting VPS (Virtual Private Server) los usuarios comparten el servidor, pero cada uno tiene su propia parcela. En la práctica, es como si tuvieses un servidor propio, más económico porque se reparten los gastos de mantenimiento.

Hay distintos planes de alojamiento y puedes elegir entre gestionarlo tú mismo o delegar la gestión y que sea el proveedor quien se encargue.

PROS
  • Más recursos que un servidor compartido
  • Rendimiento fiable, al no compartir recursos con otros usuarios
  • Dirección IP no compartida
CONTRAS
  • Requiere cierto conocimiento técnico
  • Menos recursos que el hosting dedicado

Ejemplo de hosting VPS: Cubenode

Cubenode ofrece un muy interesante servidor VPS mini para webs que empiezan a crecer. Ofrecen 3 versiones: inicio, medio y avanzado, que aumentan progresivamente el espacio SSD, la capacidad del procesador y la memoria RAM. En todos los casos, incluyen:

  • Elegir panel de control: cPanel, Plesk o Vesta CP
  • Soporte técnico en español, las 24 horas
  • Migración, si vienes de otro proveedor
  • Posibilidad de contratar backups automatizadas

Cloud Hosting (alojamiento en la nube)

Es un tipo de hosting en el que te debes fijar si buscas alojamiento para sitios web que ya mueven un volumen importante de tráfico o para los que se prevé un rápido crecimiento. Me refiero, por ejemplo, a grandes eCommerce, plataformas de noticias, redes sociales, etc.

Se trata de una solución en la nube para el alojamiento de sitios web. A diferencia de las opciones tradicionales, el cloud hosting distribuye el alojamiento en una red de servidores físicos y virtuales que no suelen estar en un mismo lugar, sino repartidos en diferentes ubicaciones.

La mayor ventaja es que puede atender las necesidades de crecimiento de un cliente en tiempo real. También resulta más fiable, ya que si uno de los servidores falla, otro cubre su función al momento, de forma que el servicio se mantiene estable.

PROS
  • Recursos ilimitados
  • Rendimiento muy fiable
  • Pagas en función de los recursos que consumes
  • Mejor preparado para soportar averías técnicas
CONTRAS
  • Solo compensa para webs que consumen muchos recursos
  • Necesitas cierto nivel de conocimientos técnicos para configurarlo

Ejemplo de Cloud hosting: Hostinger

Hostinger ofrece distintos tipos de hosting, entre ellos, alojamiento en la nube. Sus servidores están ubicados en distintos puntos del globo: EEUU, Brasil, Reino Unido, India, Singapur y otros. Sus tres planes -StartUp, Professional y Enterprise- abarcan distintas necesidades:

  • 300 sitios web en todos los planes
  • Entre 200 y 300 GB de almacenamiento
  • Entre 3GB y 12 GB de RAM
  • Entre 2 y 6 núcleos de CPU
  • SSL, email, dominio, CDN y copias de seguridad diarias

Hosting dedicado

Hablamos de hosting dedicado cuando contratas uno o varios servidores, de los cuales tú eres el único usuario. En este caso no compartes espacio ni mantenimiento. Todos los recursos que hayas contratado son exclusivos para tu uso.

Esta elección tiene sentido cuando se trata de webs con mucho tráfico y alta demanda de recursos. 

Aquí todo el potencial se destina a un único usuario. Además, puedes personalizar la configuración, incluidas las funciones avanzadas, en función de lo que necesite tu proyecto.

En la otra cara de la moneda, es más caro. Todos los gastos corren por tu cuenta y debes asumir el coste total del mantenimiento. 

Igual que en otros alojamientos, tienes la opción de que sea el proveedor quien se encargue de mantenimiento del sistema o asumirlo tú mismo, para lo cual necesitas conocimientos técnicos.

PROS
  • Control y privacidad total. Tienes acceso para configurarlo desde cero
  • El proveedor puede encargarse del mantenimiento
  • Es una opción potente, para webs con alta demanda de recursos
CONTRAS
  • Es el alojamiento más caro
  • Necesita una configuración muy precisa

Ejemplo de hosting dedicado: Bluehost

Para contratar un servidor dedicado, échale un vistazo a Bluehost. Tiene tres planes: Standard, Mejorado y Premium. En su versión más exclusiva, estas son las funcionalidades que Bluehost ofrece para un dominio:

  • Ancho de banda de 15 TB
  • 5 IPs
  • 16 GB de RAM
  • Almacenamiento tipo RAID 2 x 1000 GB
  • CPU de 4 núcleos

Hosting elástico

Como su nombre indica, se adapta a lo que necesites. El hosting elástico es una modalidad de alojamiento compartido, con la particularidad de que permite dotar de más velocidad y potencia a tu sitio web cuando lo necesites, aunque sea de manera puntual.

Por ejemplo, si tienes una tienda online, esa sería la solución para campañas concretas en las que necesitas una “inyección” de velocidad, almacenamiento o memoria.

Cuando el hosting compartido no es suficiente y el VPS es demasiado caro, un hosting flexible puede ser lo que tu web necesita. Tiene lo mejor del hosting compartido (un precio asequible) y la flexibilidad del VPS (que es configurable y ofrece más potencia)

PROS
  • Dispones de más potencia cuando la necesites
  • Es una opción entre el hosting compartido y el VPS
  • El servidor se comparte entre menos usuarios
  • No tienes que ocuparte de su administración
CONTRAS
  • Compartes servidor con otros usuarios

Ejemplo de hosting elástico: Webempresa

Uno de mis alojamientos favoritos, Webempresa, ofrece un hosting elástico que califica como “de alto rendimiento” y que te evita tener que saltar a un VPS que va a aumentar bastante los gastos de tu web.

Tiene planes Standard, Profesional y Avanzado. ¿Qué ofrece en todos ellos?

  • Velocidad: un 99,9% garantizado
  • Escalabilidad: cuando creces, aumentas tu plan
  • Soporte las 24 horas y mantenimiento a cargo de su equipo

Hosting WordPress

WordPress se ha hecho muy popular como gestor de contenidos porque permite crear webs de aspecto profesional sin necesidad de tener conocimientos avanzados de programación.

Cualquiera con un poco de maña puede tener su web o blog en tiempo record, utilizando plantillas y otros recursos.

Si quieres saber más, aquí te explico qué es WordPress, para qué sirve y cómo funciona.

Hay varios proveedores que tienen planes de hosting específicos para WordPress, con buena compatibilidad. Estos son tres de los más conocidos:

  • Webempresa: tres planes a elegir, WordPress autoinstalado, copias de seguridad cada 4 horas y privacidad (promete aislar tu web y separarla de otros usuarios que comparten el hosting).
  • SiteGround: es la plataforma recomendada por WordPress. org. Ofrece migración gratuita, copias diarias, SSL gratis y otras funcionalidades.
  • Hostinger: se instala con facilidad y no necesitas encargarte de configuraciones técnicas, actualiza WordPress automáticamente y presta especial atención a la seguridad.
PROS
  • WordPress preinstalado
  • Configuración/administración muy sencilla
  • Acceso a cantidad de plantillas y plugins
CONTRAS
  • Puede no ser compatible con otros gestores de contenido

Consejos para elegir un hosting

Ahora que ya conoces los tipos de hosting que hay y tienes una idea de sus características, queda decidir cuál es el que mejor encaja con tu proyecto.

Fíjate en cosas como:

  • el almacenamiento: a partir de 10 GB es razonable para un proyecto que empieza
  • el ancho de banda: a partir de 100 GB/mes, lo mismo
  • número de webs que te permite alojar, si planeas tener más de un dominio
  • potencia de CPU: no menos de 100%

Además, hay aspectos que no siempre están en la tabla de características que muestra el proveedor, sin embargo son esenciales para que puedas contratar tu hosting y dormir tranquilo por las noches.

Soporte técnico

Para mí esto es fundamental. No hay nada más desesperante que tener una duda urgente o ver que tu sitio se ha caído y que no haya nadie al otro lado para darte una respuesta rápida.

Un buen hosting debe ofrecer asistencia 24/7 y responder con agilidad. 

Si no te desenvuelves bien en inglés, asegúrate de elegir un proveedor con soporte en español.

Comprueba también cuántos canales de comunicación te ofrece. Lo ideal es que haya varios: tickets, chat en vivo, asistencia telefónica… Como mínimo deberías tener dos vías para comunicarte. 

Ejemplo de hosting con diferentes vías de soporte

No está de más que investigues un poco en foros, redes sociales o entre tus conocidos y trates de obtener referencias del servicio.

Atención a la seguridad

Es importante hacer copias de seguridad periódicas de tu sitio web. Así, si hay algún problema grave, siempre podrás restaurar lo que se haya perdido.

¿El hosting que vas a contratar se ocupa de hacerlas automáticamente? ¿Está incluido en el precio? ¿Con qué periodicidad las hace? Como poco, deberían ser copias semanales.

Revisa también las condiciones relativas al certificado SSL, un protocolo de seguridad que debes tener. Asegúrate de que tu hosting lo ofrece, y si va incluido en la tarifa o se paga aparte.

Geolocalización de los servidores

¿Por qué te importa conocer este dato? Porque, de manera indirecta, va a afectar al posicionamiento de tu web.

La velocidad de carga influye directamente en la experiencia de usuario de tu web… y si tarda mucho esa experiencia no es buena. Uno de los factores que influye es la ubicación geográfica de los servidores y lo cerca o lejos que estén del usuario final.

Por ejemplo, si tu público objetivo está en Latinoamérica, lo razonable sería que los servidores estuviesen en EEUU o Brasil. Si tu web recibe tráfico de España, mejor que los servidores estén en Europa.

Y si aspiras a captar tráfico internacional, entonces es imprescindible que el proveedor te ofrezca una CDN (Content Delivery Network, o Red de Entrega de Contenidos), un sistema con capacidad para atender la petición del buscador desde el servidor más cercano.

Ejemplo hosting con CDN y sistemas de seguridad

Cuidado con los costes ocultos

Atento, sobre todo, a los proveedores que ofrecen tarifas excepcionalmente baratas. Algunos usan la estrategia de presentar precios muy atractivos e incluir aparte cosas como:

  • Direcciones de email profesional
  • Certificados SSL
  • Copias de seguridad automatizadas, etc.

He visto incluso algún proveedor que anuncia “velocidad ilimitada” pero luego penaliza los picos de tráfico en la factura final.

Con cada extra, el coste final se va redondeando y al final la oferta no es tan atractiva como parecía. Además, el hecho de que algunos costes se especifiquen en la letra pequeña (que muchos usuarios no leen) da una impresión de poca transparencia.

Y otra cosa: no te dejes cegar por el precio-gancho. Mira qué pasa cuando la superoferta se haya terminado y tengas que pagar la auténtica tarifa (hasta 15 euros al mes la considero razonable).

Revisa las opiniones

Igual que cuando compras otros productos, aquí te recomiendo buscar opiniones de otros usuarios.

El dato que te da el proveedor es el Uptime, es decir, el tiempo que tu web está en línea y disponible para los usuarios.

Lo normal es que el hosting ofrezca un 99% garantizado, es decir, que la web estará casi siempre disponible. El problema está en que es un dato muy difícil de comprobar. Incluso puede suceder que el proveedor y tú no tengáis la misma idea sobre lo que es “estar disponible”.

Imagínate que tu web carga de manera exageradamente lenta… pero carga, al fin y al cabo. El proveedor puede considerar que está online, aunque tú no opines lo mismo.

Sin embargo, la fiabilidad es importante para trabajar juntos, así que en este punto lo que te recomiendo es que investigues un poco si otros clientes están satisfechos con el servicio.

¿Hay garantía?

Antes de pasar por caja, comprueba si puedes volver atrás.

Muchos alojamientos te devuelven el importe en un determinado plazo de tiempo. No está de más tener esa opción, por si, por la razón que sea, cambias de idea.

Cómo contratar un hosting

Voy a explicarte cómo contratar un hosting paso a paso con Webempresa. Yo recomiendo este hosting, sobre todo por su soporte, aunque eres libre de elegir cualquier otro.

Para empezar, ve a la web de Webempresa y escoge tu plan de hosting.

Contratar hosting

A continuación selecciona una de las siguientes opciones:

  • Registrar un nuevo dominio si aún no tienes uno. Introduce en la casilla correspondiente el dominio que quieres y haz clic en Comprobar. Cuando el sistema te confirme que está disponible, haz clic en Continuar.
  • Ya tengo un dominio registrado si has registrado previamente un dominio con otra plataforma. En este caso, introduce el nombre de tu dominio y haz clic en Usar este dominio.

Contratar hosting paso 1

En la siguiente pantalla podrás introducir un cupón de descuento y confirmar el pedido.

Con el cupón “vidaonline25” (sin las comillas) conseguirás un 25% de descuento en tu hosting de Webempresa durante el primer año.

Contratar hosting paso 2

A continuación podrás crearte una cuenta de usuario, además de indicar el método de pago y proceder con la compra.

Una vez esté todo listo, recibirás por email los datos para acceder a tu nuevo hosting.

Preguntas frecuentes sobre el hosting

Para que puedas tener a mano la información más relevante de un solo vistazo, he respondido las preguntas más frecuentes sobre los hosting:

¿El hosting ha de ser de pago?

No necesariamente. Existen hostings gratuitos que, como es lógico, ofrecen menos prestaciones.

Pueden ser una opción si no tienes grandes objetivos para tu web. Por ejemplo, si estás montando tu primera web y necesitas un hosting simplemente para practicar.

En cualquier otro caso, deberías pensar seriamente en un hosting de pago.

¿Los hosting gratuitos son fiables?

Los hosting gratuitos tienen algunas carencias importantes que complican un proyecto serio y a largo plazo.

Por ejemplo, puedes encontrarte con publicidad indeseada, soporte insuficiente, una interfaz poco amigable, limitaciones en el contenido, mantenimiento justito, deficiencias en seguridad…

Puede haber diferencias entre una oferta y otra, pero en general, siempre van a estar por debajo de los de pago y la experiencia de usuario que ofrecen se queda corta.

¿Cuál es el mejor hosting?

El mejor hosting en relación calidad-precio según los tests de rendimiento, capacidad y servicio de atención al cliente  es Webempresa. Ofrece planes con amplio almacenamiento (hasta 44 GB) y velocidad de carga a un precio muy razonable.

Si quieres ir un poco más lejos y puedes permitírtelo , SiteGround es otra excelente opción: alta seguridad y un excelente servicio técnico.

En este post sobre cuál es el mejor hosting te encontrarás una comparativa completa de los mejores hosting según su rendimiento, precio y soporte.

¿Cuánto cuesta un hosting?

Depende del proveedor que selecciones y el tipo de alojamiento que contrates.

En general, como con cualquier producto, los mejores planes son los más caros. El precio varía en función del ancho de banda o la cantidad de datos que tu web puede procesar, el espacio en disco, el número de cuentas de correo, las características extra de seguridad, etc.

Como referencia, un hosting básico en Webempresa puede costar alrededor de 7€ mensuales y en SiteGround unos 13€ al mes. De todas formas, suele haber ofertas interesantes durante el primer año con las que puedes llegar a ahorrar hasta un 50%.

¿Necesito conocimientos técnicos para gestionar mi hosting?

La mayoría no requiere conocimientos técnicos avanzados, aunque si partes de cero, deberás familiarizarte un poco con el entorno. 

Muchos hostings se encargan de toda la gestión. Además, tienen las principales aplicaciones preinstaladas para que implementarlas sea sencillo (WordPress, por ejemplo).

Para otros hostings, como algunos VPS no gestionados, sí se necesitan conocimientos técnicos un poco más avanzados.

¿Puedo cambiarme de hosting?

Por supuesto. Es habitual empezar con un hosting básico y cambiar a otro con más recursos cuando el proyecto crece.

La forma de hacerlo depende del tipo de hosting origen y destino. Algunos, como SiteGround, ofrecen el servicio de migración web gratis. En otros tendrás que transferir todos los archivos y toda la base de datos de tu web manualmente y subirlos al nuevo hosting.

Esto, aunque no es complicado, requiere ser cuidadoso con todos los pasos. Asegúrate de que tu anterior hosting no se desactiva hasta comprobar que está todo correcto en el nuevo.

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Destinatarios: Hosting Webempresa Europa S.L.

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Información adicional: puedes encontrar información adicional y detallada sobre protección de datos en la web unavidaonline.com, así como consultar la política de privacidad.

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